PESO 5-7 KG
Lámpara fabricada utilizando rocas naturales de cristal de sal formadas a lo largo de 250 millones de años. Cada lámpara es única en cuanto a color y forma. Talladas a mano.
Su uso se recomienda en la tradición milenaria del Feng Shui ya que mejoran la calidad del espacio donde se sitúan al compensar el exceso de iones emitidos por ordenadores, moquetas, aparatos eléctricos, etc. Son decorativas y emiten una luz anaranjada que crea un clima cálido, relajado y confortable. Son fuente de serenidad, armonía y bienestar. Además producen constantemente, gracias al calor de la bombilla y de la sal, iones negativos muy beneficiosos para la salud.
EFECTOS CURATIVOS DE LOS IONES NEGATIVOS
Los más recientes estudios científicos demuestran que las lámparas de cristal de sal pueden aumentar el número de iones negativos hasta en un 300%.
En la naturaleza, estos iones se originan por medio del viento, la luz del Sol, las cascadas, las tempestades o la lluvia. En el aire fresco encontramos hasta 4.000 iones negativos por centímetro cúbico y cerca de una cascada, por ejemplo, pueden contabilizarse hasta 10.000. Sin embargo, en las grandes ciudades su número no supera los 100 por centímetro cúbico.
Una forma efectiva de conseguir incrementar el número de iones negativos en el hogar pasa, simplemente, por instalar una lámpara de sal que, además, reducirá perceptiblemente los agentes contaminadores del aire.
Los iones negativos pueden proporcionar una mejoría considerable en casos de alergias, dolores de cabeza y jaquecas, reduciendo la severidad de los ataques de asma, fortaleciendo el sistema inmune, aumentando la productividad en el trabajo, fortaleciendo la concentración e incluso reduciendo la susceptibilidad a la gripe.
Las emanaciones de las lámparas de cristal de sal actúan sobre diferentes sistemas de nuestro organismo. En el caso del sistema circulatorio, podemos señalar que la sangre es el medio de transporte que lleva oxígeno y sustancias nutritivas a cada una de las células del cuerpo a través de las arterias. Desgraciadamente, estas vías de transporte se obstruyen a veces debido a agentes como el colesterol, por ejemplo. Éste se adhiere a las paredes de los conductos sanguíneos y los estrecha, haciendo que la sangre necesite una gran presión para poder circular. Esta presión la ejerce el corazón, por lo que este órgano puede sufrir un sobreesfuerzo. Los iones negativos contribuyen a disminuir el colesterol de la sangre, disminuyendo así la sobrecarga del corazón.
Por lo que respecta al sistema inmunitario, durante toda nuestra vida bacterias y virus intentan penetrar en nuestro cuerpo produciendo enfermedades. Pero el organismo dispone de un ejército de células defensivas dedicadas a rechazar a estos intrusos. Los iones negativos refuerzan las defensas, purifican la sangre y evitan infecciones. Cuando el cuerpo reacciona violentamente contra el polen, el polvo, determinados alimentos o sustancias nocivas del medio ambiente, se producen las alergias. Los iones negativos pueden aliviarlas y también mejoran los síntomas de enfermedades como el asma y la bronquitis.
Igualmente el reumatismo, los dolores de las articulaciones, los estados de nerviosismo y las molestias digestivas son trastornos cuyos síntomas evolucionan más favorablemente si el ambiente en el que vive el paciente está cargado de iones negativos.
CUIDADOS DE LA LÁMPARA DE SAL
No deben sumergirse en el fregadero ni limpiarse con un trapo húmedo, pues la sal podría disolverse. Por el mismo motivo, no deben dejarse durante mucho tiempo al aire libre, junto a una ventana abierta o en una estancia húmeda. También hay que mantenerlas a una distancia prudencial de fuentes de agua y de plantas que precisen un riego regular. En caso de que la lámpara se moje, lo mejor es dejarla encendida hasta que se seque. Para su mantenimiento basta simplemente con limpiarla con un cepillo o un paño seco.